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TEMAS A DEBATE: ¿CÓMO SERÍA PARA TI UNA SOCIEDAD PERFECTA O IDEAL?

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¿Cómo sería para ti una sociedad perfecta?

  • hace 6 meses
Camaron que se duerme by Camaron que se duerme Miembro desde el21 agosto 2009Puntos totales:496 (Nivel 2)

Mejor respuesta - Elegida por el usuario que pregunta

Sin gente cruel, sin mala vibra, sin tanto egoísmo melógamo.
Con más gentes como tú, mi buen, haces preguntas que inspiran.
  • hace 6 meses
Puntuación del usuario que pregunta:5 de 5Comentario de la persona que pregunta:Y como tú :)

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EDUCACIÓN: NIÑOS REBELDES: EL "NO" POR SISTEMA

Niños rebeldes: El 'NO' por sistema

La actitud rebelde e impulsiva más allá de la primera infancia puede esconder un trastorno del comportamiento

Los padres que se enfrentan a la actitud rebelde de sus hijos durante la infancia deben identificarla como una parte más de su desarrollo, y no como un problema. Incluso es beneficioso que lo entiendan como una oportunidad para inculcar los valores educativos que permitirán al pequeño evolucionar, de forma que vaya incorporando las normas de comportamiento en su código de conducta, además de aprender a relacionarse de forma correcta con su entorno. Sin embargo, cuando este comportamiento transgresor y hostil va más allá de la primera infancia (entre los cero y seis años) puede ser un indicador de que algo no funciona como corresponde.

Una vez superada la primera infancia, si un niño mantiene comportamientos rebeldes y desafiantes capaces de alterar el ambiente familiar por su intensidad y frecuencia es posible que esté gestando el Trastorno Negativista Desafiante (TND), que se manifiesta con una rebeldía constante hacia cualquier tipo de norma y autoridad impuesta por un adulto y puede desencadenar en una actitud hostil. Ante esta situación, muchos padres se sienten incapaces de fijar límites razonables a sus hijos al tener que lidiar de manera constante con un niño que se muestra desafiante y no acepta su autoridad.

La desesperación de los padres

Una conducta especialmente transgresora y hostil hacia los padres es interpretada por los psicólogos, en general, como el reflejo de que la maduración del niño no sigue su curso normal. Este Trastorno Negativista Desafiante se asocia a una inmadurez emocional que debería haberse superado en las primeras etapas de la infancia, y provoca que el niño reaccione con comportamientos propios de edades más infantiles porque no es capaz de gestionar sus emociones. Y lo hace de la única forma que sabe: mediante una actitud cargada de rebeldía y contrariedad hacia las normas establecidas, que llega a superar la paciencia de padres y educadores.

Esta postura, que puede mantenerse incluso hasta la adolescencia, disminuye de intensidad en la edad adulta. Pero hay que tener en cuenta que durante la infancia y la adolescencia la actitud de los más jóvenes se caracteriza por un egocentrismo que puede reforzar ciertas conductas contrarias a la autoridad de los adultos. Este egocentrismo puede verse exagerado si la maduración emocional se encuentra estancada, de tal forma que no se asuma la importancia de unas normas de comportamiento comunes a todos que deben ser respetadas, sobre todo cuando supone la obligación de renunciar a los deseos hedonistas inmediatos.

En estos casos, los pequeños responden con ataques de ira e impaciencia que se relacionan con un sentido aún poco desarrollado: la tolerancia a la frustración. Los límites establecidos por los padres se viven como algo inaceptable y, por tanto, el niño desafía a la autoridad para salirse con la suya.

Esta actitud rebelde puede manifestarse de forma hostil con un enfado, gritos o llantos. Pero igualmente desafiante es una actuación pasiva, como no cumplir de manera sistemática con lo establecido, no escuchar los razonamientos del adulto de forma deliberada e, incluso, manifestar quejas recurrentes que sirven de excusa para no cumplir con cualquier sugerencia de los padres.

Del negativismo a la transgresión

Con una actitud tan negativa es más que probable que el ambiente familiar se vea perjudicado. Este comportamiento, por intolerante, puede traspasar los límites de la familia y verse reflejado en la escuela u otros ámbitos y hacer que la conducta negativista afecte a la mayoría de ambientes donde primen unas normas que todos deben cumplir. Es habitual que las situaciones que se generan con un niño desafiante pongan a prueba la paciencia de padres y personas encargadas de la educación. La consecuencia es que desencadenan actitudes negativas con gran facilidad también en los adultos que, por no tener recursos efectivos para que los pequeños sigan las normas establecidas, aplicarán sanciones de forma recurrente, endurecerán su criterio y aumentarán el número y la intensidad de los castigos.

Las constantes disputas se convierten así en rutina, de forma que se genera un círculo en el que las conductas transgresoras y hostiles de los pequeños se refuerzan y automatizan ante la impotencia y desesperación de los padres. Teniendo en cuenta que este trastorno tiene que ver con el desarrollo de la madurez emocional, es importante solicitar lo antes posible la ayuda de un especialista que asesore a los padres en la recuperación del proceso madurativo que corresponde por edad. Así se podrán evitar posibles trastornos de conducta en el futuro y la vida familiar transcurrirá con normalidad.

El Trastorno Negativista Desafiante se relaciona con actitudes que forman parte a su vez de otras alteraciones, como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDHA). En ambos se observan comportamientos en los que los adultos se sienten incapaces de controlar el comportamiento de sus hijos. El mismo patrón sigue el Trastorno Disocial, relacionado con conductas poco aceptadas, transgresoras y fuera de las normas sociales. En este caso, los individuos, además, son poco empáticos.

Cuando las normas...

...no están claras

  • El Trastorno Negativista Desafiante se da, en la mayoría de los casos, en contextos en los que las normas son difusas y el pequeño no tiene muy claro cuáles tiene que cumplir. Por ello es fundamental que los padres acuerden no sólo los límites que sus hijos deben respetar sino que además tienen que quedar bien claros. La mejor forma de llevarlo a cabo es hacer cumplir con perseverancia las normas que se inculcan y evitar que su aplicación sea inconstante o que los progenitores se contradigan.
  • Si los padres consideran que hay que sancionar las conductas negativistas de sus hijos deberán mantener en firme dicha sanción hasta el final y evitar que la actitud rebelde llegue a agotarles y no se acabe cumpliendo lo prometido. De ser así, reforzaría aún más el comportamiento negativista: el niño entendería que transgredir las normas no tiene consecuencias y que, por tanto, puede desafiar la autoridad de los padres. No obstante, esto no quiere decir que el castigo sea una constante, sino que el cumplimiento de aquél que se imponga debe ser real. De lo contrario, los padres -de manera inconsciente- pierden su credibilidad y es entonces cuando los niños entienden que da lo mismo cumplir con las normas establecidas en casa porque al final se salen con la suya.

...son demasiado estrictas

  • Las familias con normas excesivamente estrictas y sancionadoras, incluso con transgresiones propias de la edad, corren el riesgo de que sus pequeños se nieguen a cumplir de manera continuada los castigos por considerarlos injustos y excesivos. Aunque su actitud rebelde pueda estar más justificada en este caso, es probable que se desarrolle y mantenga una actitud negativa hacia cualquier imposición de los padres sólo por haber automatizado una respuesta negativa a las normas, sin distinguir si son justas o no. Por ello se aconseja que las familias que establecen límites demasiado rígidos eviten sancionar a los niños de forma automática y, sobre todo, que trabajen en reforzar los aspectos positivos de su conducta.

Obtenido de http://revista.consumer.es/web/es/20090101/interiormente/

CINE: TEMA: REBELDÍA. "REBELDE SIN CAUSA" DE JAMES DEAN. Rebelde sin causa es una película estadounidense de 1955, dirigida por Nicholas Ray, que cuenta la historia de un adolescente rebelde interpretado por James Dean quien viene a un pueblo, conoce una chica interpretada por Natalie Wood, desobedece a sus padres y desafía a los caciques de la preparatoria local. En este filme se intentó retratar la decadencia moral de la juventud estadounidense, criticar el estilo de los progenitores y se explotaron las diferencias generacionales.

Rebelde sin causa

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Rebel Without a Cause
TítuloRebelde sin causa
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Ficha técnica
DirecciónNicholas Ray
ProducciónDavid Weisbart
GuiónStewart Stern
Nicholas Ray (historia)
Irving Shulman (adaptación)
MúsicaLeonard Rosenman
SonidoStanley Jones
FotografíaErnest Haller
MontajeWilliam H. Ziegler
VestuarioMoss Mabry
RepartoJames Dean
Natalie Wood
Sal Mineo
Dennis Hopper
Jim Backus
Ann Doran
Datos y cifras
País(es)Estados Unidos
Año1955
GéneroDrama
Duración111 minutos
Compañías
DistribuciónWarner Bros.
Presupuesto$1,500,000 (estimado)
Ficha en IMDb

Rebelde sin causa es una película estadounidense de 1955, dirigida por Nicholas Ray, que cuenta la historia de un adolescente rebelde interpretado por James Dean quien viene a un pueblo, conoce una chica interpretada por Natalie Wood, desobedece a sus padres y desafía a los caciques de la preparatoria local. En este filme se intentó retratar la decadencia moral de la juventud estadounidense, criticar el estilo de los progenitores y se explotaron las diferencias generacionales.

Se adoptó el título del libro de 1944 del psiquiatra Robert M. Lindner Rebel Without A Cause: The Hypnoanalysis of a Criminal Psychopath (Rebelde sin causa: El hypnoanálisis de un psicópata criminal, en inglés). El filme mismo, sin embargo, no hace referencia alguna al libro de Linder.

En 1990, Rebelde sin causa fue incluida entre los filmes que preserva el Registro Nacional de Filmes (National Film Registry) de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, por ser considerada «cultural, histórica, o estéticamente significativa».

La película se estrenó el 27 de octubre de 1955, casi un mes después del fatal accidente que sufrió James Dean. Este filme estableció la imagen de James Dean como el joven rebelde.

Contenido

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Argumento [editar]

Jimmy Stark (James Dean), estudiante de instituto, es un chico particularmente difícil: confuso y desorientado, se ve frecuentemente envuelto en peleas y conflictos, a consecuencia de los cuales su familia,en la cual es el hijo único, se ve obligada a un permanente peregrinaje de una ciudad a otra. Llegado a una nueva localidad, en la que también encontrará nuevos sentimientos hasta entonces desconocidos, el amor de Judy (Natalie Wood; y la amistad admirativa de ‘Platón’ Crawford (Sal Mineo), un muchacho aún más joven que él, no tarda en sostener su enésimo enfrentamiento, aunque, en esta ocasión, las consecuencias serán mucho más terribles...

Reparto [editar]


Premios [editar]

Oscar 1955 [editar]

CategoríaPersonaResultado
Mejor actor de repartoSal MineoCandidato
Mejor actriz de repartoNatalie WoodCandidato
Mejor guiónStewart Stern
Nicholas Ray
Candidato

Premios BAFTA [editar]

CategoríaPersonaResultado
Mejor películaCandidato
Mejor actor extranjeroJames DeanCandidato

Distinción [editar]

Rebelde sin causa está preservada en el archivo de la Biblioteca del Congreso.

EDUCACIÓN: ¿POR QUÉ LOS JOVENES SE REBELAN?

¿POR QUE LOS JOVENES SE REBELAN?

por Elmer N. Dunlap Rouse

El papá de Maritza era ministro de una ciudad grande, pero se mudó a un pueblo pequeño para trabajar con una iglesia. En la iglesia anterior de la ciudad, Maritza era una de las jóvenes más activas y estaba muy orgullosa de su padre y todos eran felices. Pero en la nueva iglesia del pueblo pequeño, todo era muy diferente. Era una iglesia introvertida, sospechosa y cerrada a la aceptación de nuevas personas. Era un pueblo donde todos conocían los asuntos de todos los demás. Sucedió que Maritza se sentía más cómoda con los Jóvenes del mundo que con los de la iglesia ya que los del mundo la trataban mejor que los jóvenes de la iglesia. Pronto la iglesia fue escandalizada de que la hija del ministro corría con los del mundo. Sus padres confiaban en ella, pero ahora habían muchos miembros hablando.

Todo llegó a una crisis cuando un joven del mundo la invitó a una fiesta. Molesta por la actitud de los de su iglesia, ella aceptó. Su mamá le prohibió ir. Maritza pensaba, "¿No soy yo suficientemente adulta para escoger mis amistades?" En medio de una discusión, se fue de la casa. Descalza, caminaba sin saber hacia dónde se dirigía y pasó la noche en un carro abandonado. Aquella noche sus padres no durmieron sino que experimentaron la angustia y el pánico mayor de sus vidas, ya que Maritza era su única hija. Por la mañana Maritza apareció al ser encontrada por uno que recogía la basura. Aunque Maritza regresó a su casa, sus padres siguieron torturados con la pregunta de en qué habían fallado a su hija.

Así como los padres de Maritza, muchos padres no pueden comprenderla rebelión en su hijo. Frustrados por desconocer lo que pasa, sólo aumentan la distancia entre ellos y el hijo rebelde. Para poder ayudar al hijo, hay que mantener una relación de amor, no importa lo que venga. El orgullo de familia tiene que echarse al lado si es que queremos rescatar el futuro. Sentirse ofendido por lo que el hijo haya hecho no remedia nada. Reacciones e insultos, amenazas, dimes y diretes y hasta la violencia no resuelven nada sino sólo alejan más a las personas que más necesitan de nuestro amor. Un padre sabio pensaría largo rato antes de proceder. Tomaría tiempo para dominar las emociones, especialmente cuando un hijo cuestione la autoridad de sus padres.

Todo padre debe hacer distinción entre dos cosas: la necesaria supervisión de un adolescente y la libre determinación de un joven que rápidamente se está acercando a ser adulto. Además, el adolescente juzga lo que sus padres le dicen, que si lo dicen por amor al hijo, por lo que más le convenga al hijo, o si los padres sólo quieren hacer lo que mejor les convenga a ellos. Los jóvenes se sienten frustrados muchas veces por la confusión que trae la adolescencia. No saben si son niños o adultos y muchas veces quieren que se les trate como a adultos sin ellos aceptar las responsabilidades de adulto. Tienen un cuerpo ya capaz de hacer todo lo que hacen los adultos pero no tiene la madurez para funcionar como adulto. Todos los días el adolescente se pregunta "¿Quién soy yo?" y se apura por ser adulto. Constantemente compara a sus padres con los padres de sus amistades y no entiende por qué no puede hacer todo lo que hacen dichas amistades. Rebelarse contra la autoridad de los padres es un pecado, por cierto, pero es de esperarse donde no existe una relación sana de diálogo, amor y discernimiento de parte de los, padres.

Al contrario, el trabajo de los padres es criar al hijo, ayudarlo a encontrarse e iluminar su camino hacia la libertad de tomar su lugar entre la sociedad de adultos. Padres que quieren mantener al hijo siempre en la condición de niño pierden tanto la relación como también el respeto. Los padres tiene que decidir si quieren amarrarle los zapatos al hijo para siempre, haciéndolo dependiente a ellos o si quieren enseñar al hijo a amarrarse su propios zapatos, haciéndolo independiente de sus padres pero no independiente de una relación con ellos.

Para mantener una relación, tiene que haber tanto amor como respeto. Si para recibir amor hay que dar amor, es también cierto que para recibir respeto, hay que ser respetuoso con los demás. Cuando un hijo consiguió trabajo en el verano, su madre, sin pensar, dijo: "Ahora tu puedes pagar por tu cuarto y por tu comida para que sepas lo mucho que nos cuestas". El hijo respondió, "Parece que ya no pertenezco aquí` ". La madre sólo pensaba en estar cansado de trabajar por uno hijos que nunca le agradecían a ella por sus sacrificios. Habló por lo que le convenía a ella y no por lo que le convenía decir a un hijo que no piensa. El hijo se rebeló. Otra madre más madura decidió que ella hablaba demasiado, que a sus hijos les parecía que los acosaba y los molestaba. Al aguantar la lengua cuando ella se sentía frustrada, notaba que su relación con sus hijos empezaba a mejorar. Tanto ella como sus hijos empezaron a expresar su agradecimiento por cosas muy sencillas. El momento más triunfante fue cuando su hijo menor, el más rebelde, se entregó a Dios un domingo en la iglesia.

Vamos a enumerar las razones de los jóvenes por rebelarse con los padres. Estos son las cosas que más molestan a los jóvenes.

1. No me respetan. No respetan a mis amigos, mis decisiones, ni mi privacidad. Rebuscan en mis cosas. Me hacen pasar bochornos frente a mis amistades. Me gritan.

2. No me quieren escuchar. Por esto yo prefiero contar mis problemas a mis amigos que a mis padres.

3. Mis padres son inflexibles. Nunca admiten la culpa. Nunca se disculpan. Con mis padres no se puede hablar. Es imposible. Siempre me están obligando. Creen que lo saben todo.

4. No confían en mi. Creen que soy un pillo y un mentiroso. No me quieren dejar usar el carro. Siempre tengo que dar cuenta y explicar dónde yo estaba y qué yo hacía. Siempre sospechan lo peor.

5. Yo no entiendo a mis padres. Dicen una cosa y hacen otra. Me confunden. No se les puede creer porque dicen que hasta aquí yo puedo llegar y yo sé que paso y no me hacen nada. Mi padre dice una cosa y mi mamá dice otra. Son hipócritas porque me hacen obedecer reglas que no aplican a ellos.

Pablo dijo "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor" (Ef. 6:4). También 'dijo, "Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten" (Col. 3:21). Hay muchas familias donde los hijos se crian sin rebelión. Son familias sanas unidas por amor y mutuo respeto. Los hijos no tienen que rebelarse para hacer su vida. No hay ninguna razón por qué tu familia no puede también ser feliz y todo lo que Dios quiera. Si tu, como padre, o tu, como madre, lees estas palabras y no eres cristiano, esto debe ser el primer paso para ayudar a tu familia aceptar a Cristo. Nuestro Salvador nos dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Jn. 10:10). Tu puedes dar dinero y muchas otras cosas a tus hijos, pero hasta que no les des un padre o madre cristiano, te quedas corto.

Obtenido de http://www.iglesiadecristo.com/estudios/rebelde.html

AVES MARAVILLOSAS Y EXÓTICAS: EL TUCÁN. Los tucanes o ranfástidos (Ramphastidae) son una familia de aves piciformes que se caracterizan por poseer un pico muy desarrollado y de vivos colores. Miden entre 18 y 63 cm, siendo el tucán toco (Ramphastos toco) el de mayor tamaño. El nombre de este grupo de aves procede del tupi tucana, a través del francés. Habitan en los bosques tropicales, desde México hasta el norte de Sudamérica. Unos prefieren los bosques húmedos y otros los de tierras más frías en altitudes de entre 2000 m y 3000 m.

El tucán es un ave hermosa y muy colorida con un pico uno que lo destaca, y que se encuentra en peligro de extincion. Miden entre 18 y 63 cm. El tucan es arbóreo, suelen posarse sobre las ramas en lugar de trepar por ellas, y anidan en los huecos de los árboles, poniendo de dos a cuatro huevos. Utilizan el pico como tenaza, estirando el cuello hacia delante para alcanzar el alimento. Los tucanes no son aves migratorias, se les suele encontrar en parejas o en pequeñas bandadas.

Fotos del tucan

Fotos del tucan

El tucán vive en las selvas grandes pero a veces prefieren y se mudan a bosques húmedos y/o zonas más frías a 2000 o 3000 sobre el nivel del mar. Se los puede encontrar en:

  • La Sabana de Cerrado (Brasil).
  • La Selva de Tikal (Guatemala).
  • La Selva de Misiones (Argentina).

Alimentación del Tucan

La dieta del tucan es frugivora, se basa principalmente de frutos, aunque tambien se puede alimentar de huevos de otras especies y pajaros recién nacidos. En cautiverio se les dan orugas, insectos y carne cruda picada, la cual aceptan con gran facilidad y gusto.

Reproduccion el tucan:

Su reproduccion es muy lenta y solo consiste de 2 huevos. Con su pico construyen un nido y luego la hembra pone los huevos y los cuida hasta que nazcan.

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CINE: "LA CASA DE TUS SUEÑOS. ¿CAMBIARÍAS TU ÁTICO PARISINO POR UNA CASA EN EL CAMPO?" DEL DIRECTOR DANY BOON (FRANCIA. AÑO 2006)

LA CASA DE TUS SUEÑOS
(La maison du bonheur)


Dirección: Dany Boon.
País:
Francia.
Año: 2006.
Duración: 100 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Dany Boon (Charles Boulin), Michèle Laroque (Anne Boulin), Daniel Prévost (Jean-Pierre Draquart), Zinedine Soualem (Mouloud Mami), Laurent Gamelon (Donatello Pirelli), Line Renaud (Tata Suzanne Bailleul), Michael Vuillermoz (Jacques Kurtz), Ariane Seguillon (Nicole Kurtz), Gaëlle Bona (Elisabeth Boulin), Antoine Chappey (Alexis Boulin), Laure Siriex (Norah).
Guión: Dany Boon; basado en su obra "La vie de chantier".
Producción: Claude Berri.
Música: Philipe Rombi.
Fotografía:
Jea-Marie Dreujou.
Montaje: Luc Barnier.
Diseño de producción: Laurent Piron.
Vestuario: Florence Sadaune.
Estreno en Francia: 7 Junio 2006.
Estreno en España: 29 Diciembre 2006.

SINOPSIS

Un hombre, cansado de que su mujer lo considere un tacaño, decide ser generoso y sorprenderla comprando una casa en el campo. Pero como no puede evitar ahorrar al máximo, decide ponerse en manos de una agencia inmobiliaria y de unos contratistas de lo menos recomendables, a lo que se le añadirán los problemas de la remodelación...

Obtenido de http://www.labutaca.net/films/47/lacasadetussuenos.htm

TEMAS COTIDIANOS: LA CASA DE TUS SUEÑOS

LA CASA DE TUS SUEÑOS

Construir una casa no es un tema menor. Implica contar con los fondos suficientes para poder comenzar el proyecto y tener muy en claro qué casa se quiere construir.

La cantidad de habitaciones, la ubicación, las fuentes de inspiración y la ayuda profesional son aspectos que hay que tener en cuenta.

Te proponemos una pequeña guía que te ayude a hacer la elección correcta.

La locación
Uno de los aspectos sumamente importante es qué lugar quieres para que tus hijos crezcan. Donde construyas tu casa es tan importante como los materiales que uses para decorarla.

Elige el terreno que cumpla con todas tus expectativas y en el que puedas proyectar todas tus ideas.

Con la locación y con la idea clara de qué es lo que necesita tu familia y los profesionales adecuados puedes lograr en muy poco tiempo tu casa soñada.

Las habitaciones
Cuando pienses en tu casa primero analiza las necesidades que tiene tu familia. A partir de cuántos hijos quieras tener (o tengas) pensar cuántos cuartos necesitas, teniendo en cuenta la edad de cada uno y que en 20 años estarán en la universidad y la casa debe seguir siendo funcional.

Al decidir cuántas habitaciones necesitas y de qué tamaño puedes comenzar a elegir los detalles: cómo quieres que luzca tu living, el tamaño del patio, la piscina, la orientación de las ventanas y la cantidad de cocheras.

Fuentes de inspiración
Si todavía no te decides comienza por mirar las casas de tus vecinos o amigos. Tanto lo que te gusta como lo que no. Anota cada una de tus ideas y arma tu propia carpeta de construcción, con recortes y anotaciones.

Las revistas de decoración y arquitectura también son fuentes de ideas y la selección de los ambientes que ves en las fotos ayudará al arquitecto a diseñar la casa y sugerir cambios que mejoren tu idea.

Internet siempre está cerca para sacarte de cualquier duda. No sólo para encontrar proyectos de todas partes del mundo donde sino porque puedes consultar sobre los materiales, su utilización y los precios.

Ayuda profesional
Haz un pequeño bosquejo antes de contratar al arquitecto, lo que te ayudará a elegir a qué profesional le encargarás tu futuro.

Obtenido de http://www.mexicotop.com/article/C%C3%B3mo+tener+la+casa+de+tus+sue%C3%B1os

EDUCACIÓN: DEJARSE CONVENCER. ¿ALGUNA VEZ TE HAN INTENTADO CONVENCER DE ALGO? ¿ESCUCHAS O TIENES TU PROPIO CRITERIO DE LAS COSAS?

Dejarse convencer
Dejarse convencer por las razones de otros es muchas veces una muestra de inteligencia y de rectitud
 
Dejarse convencer
Dejarse convencer

Platón, en uno de sus “Diálogos”, plantea una interesante discusión entre Sócrates y Calicles sobre la fuerza de la razón. Calicles rechaza la moralidad convencional y defiende otra basada en la ley del más fuerte. Asegura que esa ley es la que impera en la naturaleza, y la que realmente procede de ella. Hacer el mal –sostiene Calicles– puede ser vergonzoso desde el punto de vista de los convencionalismos sociales, pero esos convencionalismos proceden de una moral gregaria, establecida por los débiles para defenderse de los fuertes. Los débiles, que son la mayoría, se juntan para modelar y esclavizar a los mejores y más fuertes de los hombres y proclaman como justas las acciones más convenientes para ellos.

A lo largo del diálogo, Calicles se va quedando sin argumentos ante las objeciones que le hacen, pero no deja de defender cínicamente sus ideas. Dice que los fuertes saben bien que, si hace falta, pueden cometer una injusticia con otros, porque esa es la justicia del fuerte. En un momento dado empieza a dar la razón a Sócrates, pero enseguida se desdice y asegura que no le interesa seguir hablando, porque no está dispuesto a ser persuadido por las razones de nadie, sino que recurriría a la fuerza para imponer las suyas. Y continúa con afirmaciones y planteamientos que hoy, dos mil quinientos años después, nos recuerdan muchas frases que fueron recogidas casi textualmente por Nietzsche, y puestas después en práctica por el nazismo y otras doctrinas basadas en sus tesis nihilistas.

Pienso que lo más trágico en la historia de Calicles no son sus ideas intolerantes y violentas, sino que lo peor es su total falta de receptividad ante cualquier argumentación: eso es lo que blinda su terrible error y le impide salir de él.

Y esa es, lamentablemente, la actitud con que a veces blindamos nuestros defectos y nuestras incoherencias en pequeños detalles de la vida diaria. Quizá, cuando vemos que nuestras razones no tienen suficiente peso, en vez de analizarlas de nuevo, o buscar otras que las refuercen o mejoren, o buscar consejo en quien pueda ayudarnos a comprenderlas o explicarlas mejor, tendemos a cerrarnos en banda ante las razones de los demás.

Dejarse convencer por las razones de otros es muchas veces –no siempre, parece obvio decirlo– una muestra de inteligencia y de rectitud. Nuestra inteligencia se manifiesta no sólo cuando argumentamos, sino también cuando aceptamos y comprendemos los argumentos de los demás. Por eso la educación tiene tanto que ver con ese hacernos receptivos a los razonamientos de otros. Lo razonable es aceptar que nuestra razón se ha de enriquecer con la razón de otros, con la consideración y aceptación de otros puntos de vista, otros fines, otros objetivos, otras valoraciones.

Para desarrollar realmente nuestra capacidad intelectual es preciso desarrollar nuestra capacidad de escucha. Debemos aspirar a ser persuadidos por argumentos, no sólo persuadir a los demás con nuestros argumentos. Por eso, si tenemos muy claras nuestras razones, pero tendemos a ver muy poco claras las razones de los demás, quizá es porque hace tiempo que hemos limitado mucho nuestra capacidad de aprender.

Buena parte de la culpa de ese fenómeno está quizá en que aceptar que uno ha sido persuadido por las razones de otro suele estar mal visto. Como si cambiar de opinión supusiera un escaso uso de la razón. El mundo está lleno de personas que se enorgullecen de pensar lo mismo que pensaban hace veinte o treinta años, y en algunos casos eso puede ser una manifestación de sensatez y fidelidad a los propios principios, pero en otros muchos probablemente demuestre que ni ahora ni entonces han pensado demasiado. Parecen invulnerables a cualquier argumentación, y eso no es algo de lo que se deba presumir.

Obtenido de http://www.es.catholic.net/familiayvida/158/320/articulo.php?id=18270