En las zonas orientales de América del Norte crece un arbusto, muy resistente a los climas rígidos, cultivado por su original característica de florecer hacia finales del otoño, de hojas muy verdes y flores amarillas, con pequeños pétalos retorcidos. Esta planta es el Hamamelis virginiana, a la que la tradición popular le ha dado un nombre extrañamente diabólico: witch hazel -arbusto embrujado-.
DISTINTOS USOS A LO LARGO DE LA HISTORIA
El simple hecho de florecer en invierno, lo diferencia de las otras plantas.
Los pieles rojas utilizaban el líquido que obtenían del Hamamelis hirviendo en agua ramitas del Hamamelis para curar heridas. Su aplicación detenía milagrosamente la hemorragia y cicatrizaba las heridas.
Por su parte, los colonos de Norteamérica heredaron esta tradición y utilizaron los extractos acuosos o hidroalcohólicos de la planta como remedios caseros contra las hemorragias de las heridas o de la nariz.
Debido a estas tradiciones, el nombre de witch hazel también se ha atribuido popularmente al extracto de la planta.
En 1800, se empezó a emplear el destilado obtenido de las hojas, de aroma agradable, como remedio contra las quemaduras y la hinchazón de los ojos.
Y, puesto que en aquella época las mujeres que estaban bronceadas eran únicamente las campesinas, ya que las damas encontraban mucho más elegante estar pálidas (se usaban grandes sombreros de paja y sombrillas contra el sol), el agua de Hamamelis se empezó a emplear regularmente por su reconocida propiedad blanqueadora y despigmentante. Así, se introdujeron en los comercios frascos de este agua, que se utilizaba en grandes cantidades en el rostro y en el escote.
Otra justificación del aura casi mágica que siempre ha acompañado a esta planta puede encontrarse en el hecho de que, durante más de dos siglos, se utilizó para fabricar las varitas de los adivinos. | LOS USOS COSMÉTICOS DE LA HAMAMELIS
En los tiempos modernos, los usos cosméticos del Hamamelis siguen siendo prácticamente los mismos, aunque se han descubierto nuevas aplicaciones.
El agua destilada de Hamamelis se produce mediante la ebullición de las hojas en agua: en la corriente de vapor, se destilan los compuestos aromáticos, que se evidencian durante el propio tratamiento (las hojas, frescas o secas, no emanan ningún aroma). Así, durante la ebullición en el agua, la esencia natural toma cuerpo y es destilada.
El agua aromática, preparada de esta forma, posee unas características organolépticas y cosméticas realmente importantes. Destaca también su aplicación en aromaterapia.
TRATAMIENTO DE LOS ERITEMAS Y DE LA COUPEROSIS
Tal y como se ha señalado anteriormente, su uso fundamental es el de atenuar el enrojecimiento provocado por el sol (o eritema).
En la zona periocular, se evidencia una eficacia especial. Las compresas con agua de Hamamelis hacen desaparecer tanto el enrojecimiento como la hinchazón.
Asimismo, también resulta eficaz para combatir el enrojecimiento provocado por el frío.
Otro campo de aplicación, probado recientemente, consiste en la utilización del destilado de Hamamelis en el tratamiento del enrojecimiento de la piel, conocido con el nombre de couperosis. En este caso, se necesita un tratamiento sistemático, ya que la epidermis se presenta más o menos enrojecida y el frío o la exposición al sol agravan estas condiciones estéticas. Para estos casos, se han desarrollado unos derivados de las hojas de Hamamelis, incluso más eficaces que el destilado.
|
1 comentario
petalolimon -